descargaImagine lo siguiente: Se encuentra en una cafetería trabajando en su computadora y disfrutando de un delicioso café, por momentos escucha las voces de otros visitantes que se encuentran a su alrededor conversando  entre sí, de repente, una mujer que se encuentra sentada a varias mesas de usted, con cabello teñido y con un corte un poco extraño vestida de forma llamativa por su estilo y color de vestimenta, comienza a gritar exclamaciones como sí! sí!! wohoo!!!! mientras todos en la cafetería, incluido usted, dirigen toda su atención a ella con un poco de confusión por la situación, momento en que la mujer sin importarle las miradas de los demás, comienza a llorar desconsoladamente desconectando su computador y dejando unas cuantas monedas que busco en su bolsillo para el mesero, marchándose sin importarle la situación de asombro que generó en los demás. Los visitantes comentan: es una loca!, otros dicen: que mujer más rara! le gusta llamar la atención!. Sin embargo, la mujer en cuestión perdió hace varios meses su empleo de años, que aunque no le agradaba pagaba todas sus cuentas, y ese día en  la cafetería, estaba esperando la respuesta si sería contratada o no para interpretar a un personaje de una obra de teatro, algo que siempre soñó  hacer y nunca pudo ; aquella “loca” mujer recibió el mensaje de su contratación, no solo estaba consiguiendo un empleo sino también realizando su sueño, por tal razón gritaba feliz y a la vez lloraba desconsolada sin importarle en donde se encontraba y lo que pensaran de ella.

Una persona que actúa de determinada forma sin razón aparente o es diferente en apariencia a los demás  no debería ser juzgada con calificativos tan delicados sin antes investigar y considerar los hechos que han provocado que actúe o parezca de una u otra forma. El ser humano le teme a lo que no puede ver ni explicar o es diferente a él. Los científicos que en la actualidad nos explican cómo funciona nuestro cuerpo y el universo son vistos como personas normales,  pero hace miles de años se acusaban de “locos” a todos aquellos que tuvieron una visión diferente de lo que hasta  ese momento se conocía.

Existen diversidad de criterios para definir normalidad o patología, pero al final todos se basan en dos puntos: “acorde a las normas sociales” y “ser funcional”, por tal razón concuerdo con la consideración de “normalidad como proceso” de Offer y Sabsin el cual enfatiza la dimensión corporal y adaptativa de funciones psíquicas, en donde la normalidad vendría definida por la homeostasis o equilibrio dinámico entre la persona y su medio físico y social. No obstante, si la normalidad o patología se basa en el equilibrio dinámico entre la persona y su medio físico y social entonces dos formas de terminar con la anormalidad podría ser primero, demostrar de manera científica el porqué de una situación, como lo hizo hace miles de años Nicolás Copérnico postulando su teoría heliocéntrica del sistema solar,  segundo, lograr que más personas realicen algo  o se comporten de igual manera, como sucede con la práctica homosexual de los últimos años. En definitiva, la diferencia entre normal y anormal o patológico es el grado en que los actos de una persona coinciden con varios criterios acordados,  tomando en consideración  el contexto situacional, edad, género, cultura y si los síntomas ocurren entre un continuo que va de lo menos a lo más severo.