Nos enseñaron que entablar relaciones sociales es necesario para SOBREVIVIR; sin embargo, es la misma sociedad la causante de la mayoría de nuestros problemas físicos, emocionales y mentales debido al estrés generado por sus demandas.

Etiquetan de antisociales a personas que se apartan de otros y son calificadas como «raras», o personas con «baja autoestima» propensos a causar algún daño. No obstante, no se puede ni se debe generalizar.

Diferentes investigaciones han demostrado que algunas personas solitarias e independientes trabajan mejor, son más productivas y más creativas. De hecho, los grandes descubrimientos, teorías, inventos, y maravillosas obras de arte y música han sido creadas por personas solitarias.
Estás personas utilizaron su soledad de manera positiva, para sí mismos, pensando en ellos, en lo que les gratificaba y les hacia sentir plenos.

Las personas que utilizan su soledad de manera negativa están enfocados en los demás, en lo que no tienen o perdieron, en lugar de enfocarse en sí mismos y utilizar la soledad para su propio beneficio. La soledad utilizada de manera negativa esta guiada por el dolor y el sufrimiento.

Por lo tanto, ser solitario o independiente no siempre es carecer de autoestima ni ser narcisista o egoísta, todo lo contrario, a veces, indica amor propio.
La diferencia entre narcisismo y amor propio es que el primero se enfoca en la necesidad de admiración y aprobación de los demás, por lo tanto, invade, manipula, está pendiente de otros. Quien posee amor propio no necesita de la admiración ni aprobación de los demás, no necesita invadir, ni manipular, ni saber de la vida de otros, sabe establecer límites.

El solitario positivo VIVE, el solitario negativo SOBREVIVE, y en el proceso, hace daño a otros y a sí mismo.
El solitario positivo posee autoestima.
Los tiempos han cambiado, el fuerte es el que podrá VIVIR, el débil no podrá SOBREVIVIR por mucho tiempo.

Medir algunas veces la autoestima por la capacidad que una persona tiene para relacionarse con otros ha sido un concepto conveniente para las sociedades en desarrollo: sin embargo, en la actualidad, con la tecnología y los cambios mundiales, aquellas personas «sociables» que necesitaban del contacto constante con otros, tendrán mayor dificultad para adaptarse a la realidad de los tiempos presentes. Por el contrario, las personas solitarias que se dedican a sí mismas, se adaptan fácilmente a los cambios porque en el aislamiento han encontrado bienestar y mayor productividad.

No obstante, debemos comprender que seamos solitarios o sociables, siempre nos afectamos unos a otros, y de alguna manera también, siempre nos necesitamos.

En conclusión estimado lector, aceptemos cada uno lo que somos, sin juzgar a nadie, pues al final, todos tenemos un papel que desempeñar en esta vida, para nosotros mismos y los demás.

Los tiempos cambian, la vida es como una balanza, mientras algunos están abajo otros están arriba, pero el peso siempre puede verse afectado y cambiar.

Trabajemos por nuestra verdadera autoestima y por adaptarnos a los cambios actuales.